Desde el Consejo Argentino de Oftalmología advierten que estos lentes no sólo no protegen la vista, sino que, además, aumentan el daño.

Ya sea en la playa o en la ciudad, es fácil encontrar cantidad de anteojos de sol a precios bajísimos en comparación con los de marca. Los diseños, tan parecidos a unos originales, tientan a más de uno. Pero, ¿cuál es el costo de comprar barato?

Desde el Consejo Argentino de Oftalmología advierten que estos anteojos no sólo no protegen la vista, sino que, además, aumentan el daño. «La gente desconoce la peligrosidad de los lentes que se venden en la vía pública. Creen que hacen un negocio, pero están comprometiendo seriamente su vista», dijo el oftalmólogo Ernesto Ferrer, expresidente y asesor del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino de Oftalmología a BBC Mundo.

La explicación está en que el vidrio crea un efecto de cámara oscura que dilata la pupila lo que produce mayor penetración de luz ultravioleta al interior del ojo. Pero, al carecer de filtros para los rayos ultravioletas, terminan haciendo que la vista sea más afectada por la radiación UV.

«Los rayos ultravioletas afectan la piel y lógicamente los ojos, produciendo desde una irritación pasajera a tumores malignos», alertó.

De esta forma, el oftalmólogo indicó que «los anteojos de sol, aunque no tengan aumento, deben ser adquiridos en una óptica porque están hechos especialmente con los filtros de rayos UV adecuados». A su vez, detalló que para que protejan contra los tipos más dañinos de radiación ultravioleta, «los lentes deben tener constancias de protección UVB, UVC, entre 290-320 nm..

Fuente: www.tn.com.ar